jueves, 29 de octubre de 2020

En Defensa de la memoria del papa Juan Pablo II

Actualmente la izquierda neo totalitaria exalta el papado de Francisco a la vez que por todos los medios tratan de difundir que el papa Juan Pablo II era un hombre perverso y reaccionario; dicen que el papa Juan Pablo II apoyaba la Pena de Muerte, y eso no es así. De hecho en 1998 antes de viajar a USA pidió su abolición. Abajo la información de la época.

https://elpais.com/diario/1998/12/26/internacional/914626803_850215.html

En su encíclica “El Evangelio de la Vida” (Evangelium Vitae, 25 de marzo de 1995), el Papa Juan Pablo II lanzó una llamada en favor de la abolición de la pena de muerte. En enero de 1999, en San Luis, dijo: “La pena de muerte es cruel e innecesaria”. Véase:

https://via.library.depaul.edu/cgi/viewcontent.cgi?referer=https://www.google.com/&httpsredir=1&article=2622&context=vincentiana

El papa Juan Pablo II tuvo la ventura de sufrir la represión, el hostigamiento y la opresión del gobierno comunista Polaco, y eso le dio una visión correcta de lo que es el monstruo neo totalitario que trata de imponerse en el mundo, una visión que sobrepone al hombre sobre la ideología y sobre la promesa de un paraíso que como la historia muestra se transforma en justificación del infierno que generan este tipo de regímenes. Esa visión que se construye de vivencias en la opresión totalitaria de izquierda contrasta con  la posición del hoy papa Francisco que se coloca sin ambages al lado de las élites neo totalitarias en el poder, colocando por encima del respeto y la dignidad de los hombres a la ideología y a esa promesa de igualdad, amor, patria y toda esa falsa verborrea de los neo totalitarios.

Bendecir a un Dictador que aplica la pena de muerte de facto y habla de amor es convalidar una Pena de Muerte mas siniestra que las que por ley establecen los estados. 

Buscar apoyos para estabilizar una dictadura criminal y opresora como lo hace el papa Francisco justificándose en que el pueblo sufre sin ni siquiera una nota de reclamo y de exigencia a la dictadura, repite al papado de hace 3 siglos.

Ambas cosas las hace el Papa Francisco y lo critico con fuerza.

El Papa Juan Pablo II llamaba la atención a estos dictadores públicamente cuando visitaba sus países, de ese modo exponía sus pecados y los empujaba al cambio y le daba un mensaje de solidaridad al pueblo oprimido. Eso es lo que debiera hacer el Papa Francisco .

Recuerdo cuando el papa Juan Pablo II le llamó la atención al padre Ernesto Cardenal. Al final el tiempo mostró quien estaba más cerca de lo correcto. El padre cardenal fue perseguido y hostigado por el monstruo de la izquierda neo totalitaria, esa que hoy apoya el Papa Francisco hasta con cierto descaro.

El Papa Juan Pablo II fue conservador, no impulsó algunos cambios que requería la iglesia en estos nuevos tiempos, el Papa Francisco introduce algunos pero hasta ahora lo esencial de su papado es negativo al posicionarse inequívocamente al lado de las élites represoras en el poder y no al lado de los pueblos.

El papa Francisco sonríe, abraza y bendice a caudillos de izquierda neo totalitaria que ofrecen El AMOR A LA PATRIA, el AMOR A UN DIOS, así en mayúsculas, u amor exagerado, epopéyico, ese que ha llevado a terribles persecuciones, injusticias y guerras.

Si ese AMOR se combina con el CULTO A LA PERSONALIDAD, culto que raya en fervor RELIGIOSO, y además es bendecido por un papa alejado de la ética y el amor por el prójimo; los ingredientes están listos para oprimir y perseguir a los que no están de acuerdo con esa verdad, listos para acallar delitos de poder sobre los sin poder, justificándose en ese AMOR EN MAYUSCULAS A ESA PATRIA Y ESE HOMBRE, ESE LÍDER, bendecido hoy en mala hora por el papa Francisco.

Muchas veces en la historia ese amor se trasforma en persecución y guerra sanguinaria. El amor por ALA y su guerra santa transformaron a todo el norte de África romana y cristiana, y al cercano oriente en fieles de Ala luego de llevar muerte y opresión a cientos de pueblos. El amor de Hitler a su patria Grande, a su Alemania nos llevo a la terrible Segunda Guerra Mundial, y así hay cientos de ejemplos parecidos.

El papa Juan Pablo II estaba claro en cuanto a la separación del estado de la iglesia. Quiero recordar las frases del Papa Juan Pablo II del 11 de octubre de 1988:

«Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios». San Mateo 
Está en el humus del cristianismo, del que Europa ha bebido desde un principio -aunque el principio, a veces, se haya perdido de vista durante los siglos en que Europa era la «cristiandad»- y que gobierna de forma fundamental la vida pública: me refiero al principio, proclamado por primera vez por Cristo, de la distinción entre «lo que es del César» y «lo que es de Dios». Esta distinción esencial entre la esfera de la administración exterior de la ciudad terrenal y la de la autonomía de las personas se ilumina a partir de la respectiva naturaleza de la comunidad política a la que pertenecen necesariamente todos los ciudadanos y de la comunidad religiosa a la que se adhieren libremente todos los creyentes. La sociedad, el Estado, el poder político pertenecen al cuadro cambiante y siempre perfectible de este mundo. Ningún proyecto de sociedad podrá establecer nunca el Reino de Dios, es decir, la perfección escatológica, sobre la tierra. Los mesianismos políticos desembocan, con frecuencia, en las peores tiranías. Las estructuras que las sociedades se dan a sí mismas nunca tienen un valor definitivo, no son capaces, ni siquiera, de proporcionar por sí solas todos los bienes a los que aspira el hombre.
En su visita a Venezuela recuerdo que su lema era DESPIERTA Y REACCIONA, un lema para los ciudadanos, para que no se dejaran quitar lo mas precioso que tenemos: nuestra libertad, nuestra dignidad y nuestro derecho a construirnos con nuestro esfuerzo.

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