domingo, 26 de enero de 2020

El papel de Intelectuales, Artistas y Deportistas en en el fortalecimiento del Totalitarismo

El Totalitarismo como estrategia financia arte, deporte y terror. Muestra el arte, los oros deportivos y  oculta el terror. La música, el ballet, el deporte han sido efectivos para ocultar terrores. Por eso los regímenes totalitarios miman a artistas y deportistas para ocultar su maldad, de allí la importancia que juegan estos en el sostenimiento de los totalitarismos.

Una pieza musical, una danza excelsa, un desempeño deportivo extraordinario son lo que son en su esfera. Pero esos hombres que logran cosas especiales son referencia ante los ciudadanos y ante el mundo. Es la actitud de esos hombres especiales (y a veces no tan especiales) ante una situación política llena de autoritarismo, de represión y de empobrecimiento del pueblo, lo que es reprobable.

La falta de ética es habitual en los hombres, muchos se dicen y hasta se consideran honestos y éticos, pero la honestidad y la ética se ponen a prueba en las circunstancias que vivimos. Una cosa es ser honesto sin manejar un céntimo, otra cosa es serlo manejando millones de dolares, o desechando favores inmensos de una dictadura (en dinero, y en oportunidades de hacer carrera y más dinero).

A los hombres les puede tocar en algún tramo de su vida enfrentar encrucijadas que definen quienes son realmente. Como decía Camus siguiendo a Nietzsche "Que difícil es llegar a ser lo que somos".

En la historia podemos apreciar muchos casos donde intelectuales, artistas y deportistas se prestaron a fortalecer y a limpiar la imagen de una dictadura atroz solo por las ventajas y oportunidades que les ofrecía esa actitud ante el totalitarismo. Otros vivieron su vida cobijados (por distintas razones) bajo la sombra del poder de su país, tal vez de una democracia imperfecta, pero apoyaban sin tapujo a regímenes "revolucionarios" opresores, mientras ellos tenia una praxis de vida de lujo y comodidad.

El celebre filosofo alemán Martin Heidegger famoso por su libro  Ser y Tiempo, que impacto en el existencialismo, a pesar o tal vez por sus ideas filosóficas fue aliado y herramienta de los nazis en el poder.

El filosofo Martin Heidegger en su rectorado nazi

El director de orquesta alemán Wilhelm Furtwangler uno de los mejores en su época, permaneció en Alemania durante los años más duros de la II Guerra Mundial, sirviendo como divertimiento de la élite nazi.

El director de orquesta alemán Wilhelm Furtwängler en un concierto a los nazis, 
Hitler lo saluda

Recuerdo que en el libro de Luis Buñuel "Mi último suspiro" este despotricaba de México, quejándose de que no se conseguían ni siquiera servilletas decentes para unas de las películas que rodó por esos lares. De hecho la sensación que me quedo de su lectura, aún en esa época en que aún la poesía de la izquierda me cerraba los ojos (no solo por esa pasaje anecdótico mencionado antes) fue la de un hombre que le encantaba el lujo y la comodidad.

Las memorias del poeta chileno Pablo Neruda, también reflejan ese estilo de vida, siempre sustentado por alguna conexión política que lo ayudaba a ser embajador de Chile en algún lugar del mundo. Pero en ambos casos son gente, no discuto sus méritos artísticos, que siempre se levantan al lado del poder político, más aún si se consideraban de izquierda. Claro esta que el arte y el deporte, siempre ha sido financiado por los poderosos, antes por los reyes y su corte, hoy por los políticos que controlan el estado o por  grandes millonarios. Sin embargo Buñuel y Neruda son excepciones en cuanto a que eran muy buenos en lo que hacían, pero lo usual es que la mayoría pase sin pena ni gloría, pero si medrando a la sombra del poder.

Si el estado, que no es del pueblo sino de la élite política que lo controla, debe subsidiar a ciertos artistas, obviamente en este ecosistema social, no los mejores en su arte serán los que obtendrán subvenciones, sino los oportunistas, los que se mueven mejor en los pasillos del poder. Por otro lado la élite política tendrá un mecanismo de chantaje y fuerte influencia para alinear las producciones artistas a su discurso político.

En el caso de los artistas y deportistas, solo una pequeña élite, que es la que sale en eventos relevantes, acapara la mayoría de los ingresos, mientras que la gran mayoría, los que hacen posible los eventos, reciben salarios mínimos en comparación al de las élites artísticas. Peor aún resulta, si lo  comparamos con el ingreso normal de un hombre común. Hoy se discute el porque una actriz principal no gana lo mismo que el actor principal, digamos 20 millones de dolares, pero no se discute lo que ganan los otros que participan en el proceso creativo, ni lo que ganan los trabajadores normales y comunes, y menos aún porque en Cuba un trabajador gana 20 dolares mensuales y en Venezuela solo 4 dolares.

Muchos artistas y deportistas de éxito, por no decir la mayoría, entre riquezas, bienes y placeres se creen revolucionarios, los buenos, en un ejercicio de hipocresía potente. De allí que muchos entre vapores etílicos, viajes psicodelicos, o inspiraciones del espíritu santo salgan a apoyar con sus declaraciones a Dictaduras criminales, represoras, asesinas, empobrecedoras y explotadoras, como es el caso de Roger Waters de Pink Floyd que desde su comodidad y riqueza apoya a una dictadura criminal, que ha asesinado a mas de 600 jóvenes venezolanos que protestaban pacíficamente, que ha encarcelado a decenas de miles, que ha torturado y empujado a la emigración a casi 6 millones de venezolanos que han perdido su patria y sus bienes, que se ha robado el salario de los trabajadores y los ha convertido en esclavos de 4 dolares mensuales.

Sartre con una Habano en la boca y el Che Guevara encendiendoselo

Sartre como su maestro Heidegger también fue sostén de totalitarismos, a pesar de conocer los desmanes que hizo Stalin en las temibles purgas de los años 30, a pesar de conocer los campos de concentración de trabajo forzado y de muerte que eran los gulags de Siberia apoyaba a la élite criminal que tenía el poder en la Unión Soviética, por encima del dolor, la tortura y la falta de libertad que sufria el pueblo de la URSS. Paul Eluard cantaba a los verdugos stalinistas y a su terror.

Gabo y el dictador Fidel Castro, muy bien vestidos los dos

García Márquez visitaba Cuba y se reunía solo con la élite de la dictadura, para tener un orgasmo de falsa acción revolucionaría. Julio Cortazar a pesar de su erudición nunca se rodeo del pueblo cubano que sufría y sí con las élites y el circulo cultural de la misma.

Cuentan que después de escribir el Hombre Rebelde, Albert Camus tomo un Tren para ir de Francía a España para asistir a un evento cultural de la intelectualidad de esa época. Camus ya estaba vetado por la intelectualidad de Izquierda, para estos era un gusano, era un traidor, y la mayoría de los que estaban en el vagón del tren lo abandonaron dejándolo solo, muy pocos no se atrevieron a hacerlo. Un poco así operan los filtros en la élite intelectual y artística.

Sean Penn con el fallecido Hugo Chavez fundador de la dictadura venezolana 

Gente como Sean Penn, se codea solo con la élite de dictadura venezolana, y la apoya sin acercarse al venezolano de a pie que vive la tragedia. Peor aún luego cuando ve el infierno que deja la dictadura a su paso, se aleja, calla y no pide perdón. Otros son peores como Maradóna, que ha visto la represión y los miles de asesinatos del dictador Maduro, y viene y se abraza, limpia a la dictadura y el se llena aún más de estiércol.

Los discursos de los Premios Goya de España del 2020 son un un alerta del peligro de tener una intelectualidad que se acostumbro a medrar a la sombra de las élites que tienen el poder político, y que en su oportunismo artístico "revolucionario" fortalecen a la Izquierda Totalitaria, que después de destruir las bases de la Democracia y el Estado de Derecho les dará su merecido Chitoo (Silencio) como sucedió en Cuba, China, Rusia y Venezuela. Ya no habrá artistas, sino mercenarios.



El director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel, intimo con el dictador Maduro