domingo, 13 de octubre de 2013

Entre Kafka, 1984 y la Crédula Izquierda Internacional



Lo malo de la sociedad autoritaria es que solo hay una opción que te acogota que te atrapa en todos los rincones con sus radios y su tv publica con la misma cantaleta, el mismo discurso ideológico tratando de convertirte en ese HOMBRE NUEVO ideal que buscan. La novela 1984 es una exageración pero Venezuela tiene un leve halo. El proceso de Kafka con esa burocracia donde es imposible navegar entre ella o aclarar cualquier cosa, deja, valga la redundancia un “deja vu”. El gobierno chavista es netamente militar, 11 de 24 gobernadores son militares, el presidente de la asamblea es militar, y muchos líderes de partido. Hay mucha corrupción y se ha destruido el aparato productivo, sin embargo el estado apoya a los pobres económicamente, sin sacarlos de la pobreza, y un pueblo agradecido aún lo apoya, poco menos de un 50%. La oposición es la unión de grupos disimiles, desde la izquierda democrática hasta la extrema derecha. Se ha fortalecido el centro y se ha derrotado al extremismo. Que Venezuela es un país petrolero y los gringos intervienen de alguna manera eso es verdad, que los cubanos, los rusos y los chinos lo hacen eso es verdad.

Otra cosa que me ha llamado la atención en todo este triste proceso Venezolano es como la izquierda española y latinoamericana de modo acrítico apoyan sin cortapisas el proceso chavista, me imagino que ocurrió lo mismo cuando Stalin. Cuando la mayoría de las ejecutorias del chavismo están contra todos los principios que la izquierda sostenía antes de tomar el poder. El chavismo tiene una visión militarista de la sociedad, basada en el control de la sociedad por los militares fundamentado en eso que llaman: La Unión Cívico Militar del Pueblo. Si los militares controlan el poder y las armas, adivine quién será el poderoso en esa unión. La libertad de opinión por la que tanto se luchó ahora es sometida, perseguida y condenada. Opinar contra lo que hace el régimen es peligroso, es sabotaje, y no te meten preso pero te fichan para como los griegos enviarte al ostracismo económico. La concepción de que el estado controla todo ha conducido a que el nepotismo y el partidismo se impongan en las empresas y proyectos, siendo más importante la fidelidad al partido o la conexión familiar que la capacidad profesional, la ética y la eficiencia.

El problema de esto es que los venezolanos de a pie estamos sufriendo las consecuencias. La verdad no está en los extremos, NI EL MERCADO NI EL ESTADO DEBEN CONTROLAR TODO. Solo un país donde se respete la libertad, se reconozcan al contrario puede crecer en desarrollo, en creatividad, en arte. Compare a los griegos, con su poderoso amor a la libertad de sus ciudades estado y su inmensa creatividad, que fundo las bases de nuestro mundo. Compárelo contra cualquier sociedad basada en la autocracia. La autocracia mata la libertad, la creación, la inventiva, el arte.

Venancio Loval

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