Cuando el mundo entra en lo que llaman la
cuarta revolución mundial y en la era del hombre Post humano, Venezuela
lamentablemente está en manos de una élite que debiera estar ejerciendo el poder
por allá en 1922 con Stalin, o en 1933
con Hitler. Nos gobierna el pasado, peor aún la parte perversa del pasado. Pero
el mundo cambia con fuerza, estamos en
un momento en que diversas áreas de la ciencia están maduras para que produzcan tecnología y proliferen aplicaciones nuevas que cambiarán al
mundo. El tema es amplio, por ello, en
este primer artículo solo hablaremos de las tres áreas siguientes:
Nanotecnología:
Es la ciencia de lo pequeño, un nanómetro
equivale 10‾⁹, por tanto el mundo de la nanotecnología es de todo aquello cercano a ese tamaño. Cuando se manipula la materia a
escala tan minúscula, presenta fenómenos y propiedades totalmente nuevas, según
lo planteado por la mecánica cuántica. Por lo tanto, los científicos utilizan
la nanotecnología para crear materiales, aparatos y sistemas novedosos y poco
costosos con propiedades únicas.
La Nanotecnología tiene
aplicaciones en electrónica, medicina,
química, física y biología, entre otras. La nanotecnología es transversal a
varias disciplinas, teniendo así múltiples campos o áreas de aplicación. Puede
utilizarse en la producción de energía, en la fabricación de armamentos o
sistemas de defensa, en el tratamiento de aguas, en la producción agro
ganadera, en la medicina, en la biotecnología,
en la construcción, en la producción de alimentos, en electrónica, en música,
etcétera. Como vemos su espectro de
aplicación es amplísimo.
La nanotecnología en sinergia con
otras áreas de la ciencia producirá un cambio impactante en nuestras vidas
diarias, en nuestro cuerpo (prótesis, etc.), nuestra salud (detección de
enfermedades, tratamientos,) nuestras actividades de recreo y
esparcimiento, en la infraestructura que
conforman el ambiente donde nos desenvolvemos (el grafeno, el material
milagroso que permitirá pantallas curvas y flexibles es un producto de nanotecnología), en la
robótica con los llamados nanorobots y en otras distintas áreas. En fin, la nanotecnología nos cambiará como
los microchips cambiaron el mundo. Estamos al comienzo de la sección creciente,
casi vertical del cambio.
El diario "El País" de España tiene
una sección de nanotecnología que nos informa de sus últimos aportes, vale la
pena revisarlo: http://elpais.com/tag/nanotecnologia/a/
Biotecnología:
Ha pasado mucho tiempo desde que
Mary Shelley en un fin de semana de 1816 y por una apuesta concibiera su Frankenstein.
Hoy, la ciencia de Frankenstein nos alcanza y supera la ficción; la transforma
en algo más ameno, atractivo pero aún más peligroso.
La Biotecnología une la
biología con lo tecnológico. Desde la
corrección genética de enfermedades, la elaboración de prótesis y órganos biónicos
con mayores capacidades que los naturales, la modificación de la vida natural
para darle nuevos atributos que los hagan más resistentes, más nutritivos, más
saludables, etc. Y lo más importante y
relevante: la creación de nueva vida, distinta a la existente. Los más
entusiastas hablan ya del fin de las enfermedades, de la inmortalidad del
hombre, del fin del hambre. La mano de dios en nuestras manos.
Por ello, la Biotecnología ha tenido
mucho impacto mediático, hay dilemas éticos que su aplicación plantea y muchas tentaciones que por Bien pueden
llevar a Mal, como sucede con las ideologías de pensamiento único y espíritu
totalitario.
¿Un error puede producir una
bacteria o un virus súper resistente y súper mortal? ¿La corrección de defectos
genético nos privaría de personajes de genio que históricamente han tenido esos
defectos genéticos?. ¿Qué tanto se mezcla ese genio con ese defecto? ¿Los alimentos, plantas y animales
modificados genéticamente podrían ser al final dañinos para la humanidad? En
fin, hay múltiples peros éticos y muchos temores muchas a veces sin fundamento.
La biotecnología aunque está en
sus comienzos, ya está firmemente establecida, y como con la bomba atómica,
debemos vivir con sus peligros y sus ventajas. El último debate de Greenpeace
con cientos de científicos mundiales que abogan por alimentos modificados
genéticamente que, en su opinión, puede resolver el hambre de los más pobres (de
nuevo se escuchan pocas voces sobre la necesidad de controlar el crecimiento abismal
de la población humana para favorecer y permitirles espacio vital a otros seres
vivos), es un ejemplo del impacto que tiene la Biotecnología en nuestro mundo
actual.
El impacto en el futuro será
gigantesco, de hecho, cambiará el ciclo de vida del hombre, que podrá tocar casi
con las manos la inmortalidad de los dioses, si antes no ocurre un desastre.
Neuroquímica:
La Neuroquímica estudia los
fenómenos de naturaleza bioquímica en el sistema nervioso. Es responsable de
los fármacos que ayudan a mejorar el comportamiento mental de muchas personas
con problemas. Fabrican las balas mágicas para el control de enfermedades o
disturbios mentales.
Prozac (o cualquiera similar) se
usa para incrementar la confianza y la seguridad en uno mismo. El metilfenidato
(el ritalin) se administra a niños distraídos (con el llamado déficit de
atención) para incrementar su enfoque o
concentración, es decir a mejorar su disposición a estudiar sin distracciones, a
estimular su disciplina ante rutinas ordinarias y a la creación de hábitos de trabajo. Los pacientes después de
tomar Prozac o metilfenidato de alguna manera cambian su personalidad. Parecen
seres distintos en el mismo cuerpo.
La Neuroquímica actualmente
realiza investigaciones con el objeto de frenar el deterioro neuronal que lleva
al embotamiento y al caos cognitivo en las demencias, no hay que descartar que se
logre modular algunos procesos que favorezcan la optimización cognitiva en
cerebros sanos. El futuro de la Neuroquímica nos ofrece posibilidades reales de
optimizar el rendimiento mental, la agudeza, la capacidad de archivar o
rememorar con precisión y hasta la originalidad o la creatividad parece
alcanzable, por cuanto se están diseccionando procesos moleculares relacionados
con esas propiedades.
Como con la Biotecnología hay
miedo a lo desconocido. ¿Podrán surgir las pastillas de colores que nos hacen felices como en el Mundo Feliz de Aldous Huxley? ¿Podrán químicamente unas élites hacernos
felices cuando debiéramos estar descontentos y rebeldes?
Más información en http://www.terceracultura.net/tc/?p=2407
Venancio Loval
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