En mi vecindario se formaban
manadas de perros callejeros, cosa que no sucede en países desarrollados porque
los recogen. De hecho en mi ciudad cuando un perro muere, hay que esperar que
los zamuros (buitres) se los coman o alguien le eche cal porque nadie se
encarga de eso. El caso es que para salir a caminar por el vecindario siempre
teníamos que agarrar un palo para espantar los perros que uno se encontraba por
el camino.
Un día voy a comprar la perrarina
(comida para perros) que cada día está más
costosa para nuestros miserables salarios. Surge la conversación de siempre, de
lo caro que está todo. Y me comenta uno de los clientes que los perros
callejeros desaparecieron; me dice que la situación para el Venezolano es tan
terrible que ya ni sobras quedan para los perros callejeros. Yo no soy muy
detallista, pero esa conclusión simple del vecino, me abre los ojos ante la realidad
de la ausencia de perros en la calle.
El vecino me dice, no solo desaparecieron,
sino que antes la gente echó a la calle a los perros porque no podían
mantenerlos. Desaparecieron los perros callejeros y los perros no tan
callejeros que fueron botados por sus dueños. La culpable: el hambre, la
destrucción de todo el aparato productivo, la destrucción del tendero, del que
hacia tortas, del que hacia pan casero, del pequeño empresario, del que vendía
zapatos, del empresario mediano y del gran empresario. Destruyeron todo.
El único objetivo de la élite
chavista es la rapiña del ingreso petrolero, de la minería, y del IVA. También
pretenden vivir de las remesas que envían los que ellos mismos persiguen; pretenden
vivir de los que trabajan por internet y/o reciben un salario miserable en Bs,
pero dolarizado. A eso es que apuestan estos miserables que nos gobiernan, solo
al saqueo de los recursos de país y del trabajo de la gente, acompañado de
represión, asesinatos, encarcelamiento, amenazas y una cruel necesidad.
Hacen aspavientos de 500 mil
fusiles, de batallones chavistas armados, de tiro instintivo (Según el cruel y
terriblemente corrupto Pedro Carreño, el mismo de los zapatos y la corbata Louis
Vuitton, y de la fastuosa y faraónica fiesta de 15 años), de colectivos armados
y guardias nacionales represores, asesinos e impunes.
Nos quieren gobernar explotándonos,
con necesidad, fusil y muerte. Hay solo dos caminos válidos para el pueblo
venezolano: la resistencia activa o la emigración. Lo otro es aceptar el papel
de esclavos y siervos de esa aristocracia chavista mediocre, mafiosa, de mal
corazón, fascista, iletrada e infame.
Solo una acción contundente y
definitiva nos salvará, el tiempo pasa a favor de ellos. Mi lectura es distinta
al de la dirigencia opositora, pienso que en la medida que pasa el tiempo como
decía Tolstoi la gente se acostumbra a lo más infame, especialmente si ve a
otros acostumbrarse.
Tuvo que haber Termopilas para
que se mantuviera por años la libertad en Grecia. Años de libertad que
transformaron el mundo que vivimos, años que generaron toda la base donde
descansa la ciencia y la cultura occidental y en grado alto la mundial.
Espero que la dirección opositora
sepa entender que este año de lucha es crucial para el retorno de la democracia. Después, de no salir la
maldad, vendrá el deslave migratorio, y en lo que era Venezuela solo quedaran
vampiros y esclavos.
Si el desastre es el final de
esta tragedia, al menos la falsa visión heroica del David contra Goliat no
existirá. El David puro, pulcro, moral, humanista, bueno y decente que cultivó
en la era pre internet la dictadura cruel castrista no se repetirá. Los
zánganos venezolanos pasaran a la historia como lo que son: dictadores
miserables, asesinos y represores de la gente, corruptos e inmorales, cínicos y
mentirosos; pasarán como una copia barata pero más cruel que la dictadura
castrista, que si pudo manejar su crueldad en la oscuridad y la censura.
El chavismo ahora se muestra desnudo,
tal como es, por la tecnología, por la información en vivo de las redes
sociales. El rey está desnudo, es un monstro, es un miserable.
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