El PSUV es un partido estalinista, fuertemente religioso intolerante con respecto a su ideología y sus líderes. Se ajusta más su accionar a la naturaleza de los partidos extremistas musulmanes intolerantes y violentos. Decía Bertran Russel y no estaba equivocado el comunismo es una religión de libro.
Chávez, como Mahoma utilizo la guerra para
reafirmar su credo religioso, incluyendo en el concepto de guerra el de guerra fría.
La expansión musulmana es producto de la guerra santa, de la violencia y la
destrucción o sumisión del oponente, de los infieles. Este bagaje histórico ha
hecho difícil la transición de la sociedad musulmana a una religión más
secular, separada del estado, de allí proviene la resistencia a separar el
poder político del poder religioso, logro que ha alcanzado occidente después
de muchas batallas; pero el cristianismo a diferencia del islamismo consiguió su
predominancia a través de la difusión pacifica de la palabra de dios, no
mediante guerras.
El chavismo intento ganar el poder mediante un
golpe militar sin embargo fue derrotado, y cambio de estrategia llegando al
poder por elecciones; pero en el poder su ejecutoria, su verbo, su accionar era
y es confrontativo, intolerante, violento, tanto así que llevo a un país que no
estaba dividido, donde podía compartir, conversar y discutir de manera
respetuosa adecos, copeyanos, masistas, de la Liga Socialista, etc., Eso cambio
con Chávez, su discurso confrontativo, grosero, amenazante con cualquiera que
disintiera con él, dividió el país en dos. En tiempos del apogeo de los precios
del petróleo y a pesar de la bonanza más del 40% del pueblo venezolano se sintió
agredido y maltratado por el chavismo.
La política de Chávez no era la de Mandela, Gandhi
o Martin Luther King, era la de Mahoma, la del dios violento del antiguo
testamento, la del hacha de guerra en la mano. Su consigna “Patria, Socialismo
o Muerte” demuestra intolerancia y contiene una explicita amenaza de guerra a
muerte si no prevalecen sus ideas. Su famosa frase “Victoria de Mierda” demuestra la incapacidad
de reconocer con respeto la victoria del otro, al que nunca ve como un
compatriota que busca también soluciones sino como a un enemigo, que en su
discurso siempre amenazaba con pulverizar, execrar, destruir, etc.
Su llegada al poder se inició con la destrucción
de los símbolos patrios que existían, solo permaneció sin alteración el Himno
Nacional, cambio el escudo, se burló del caballo que decía que miraba cobardemente hacia atrás,
cambio la bandera, le cambio el nombre del país, catálogo de traidor y execro
de respetabilidad a José Antonio Páez, trato de delincuentes a todos los que le
antecedieron. En fin como un faraón de Egipto borro todos los nombres de todos
sus antecesores.
Pero como dije antes ni aún con el petróleo a 140
$US el chavismo fue mayoría. Hoy que las torpezas económicas y la corrupción
gigantesca del régimen ha llevado a la destrucción del país en casi todos
sus aspectos, su apoyo si acaso rondara un 25%. Pretender unir al país con la
figura de un hombre que solo trajo odio y división, y que es inaceptable para
más de la mitad del país es una total brutalidad y un paso seguro para la
confrontación y la guerra civil, fría o caliente, que nos empobrecerá y paralizará
con seguridad.
Solo un extremo nacionalismo, una lengua y un
pasado histórico independiente, junto a fanatismos religiosos producen divisiones,
guerras continuas, o inestabilidad. Chávez representa el cisma, la división, la
polarización, la confrontación; lo mejor que se puede hacer con respecto a su
legado es dejárselo a la historia y liberar al país de su culto y sus
santuarios. Solo así Venezuela alcanzara la paz, la reconciliación y el progreso.
Venancio Loval
Venancio Loval
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