El peor daño que se le hace a un pueblo es sumirlo en la pobreza, cosa
que hace con gran éxito la revolución cubana y la venezolana. Son países
donde se ha hecho la contra revolución francesa. De nuevo todo es del
estado y de una nueva elite: El Partido, con sus caudillos, casi dioses,
o héroes insepultos, con su militarización de la sociedad, y la pobreza
permanente, la manipulación y el chantaje a sus propios pueblos para
obtener una migaja de lo que controla y roba la nueva aristocracia.
Es
increíble como gente que se dice progresista, que dicen amar la
libertad, la democracia, el arte, al cultura, que se dicen
antimilitaristas y algunos anticlericales apoyen un régimen que viola la
libertad, que censura, que chantajea a su pueblo, que militariza todos
los ámbitos de la sociedad, que cultiva el culto a la personalidad, que
encarcela, persigue y asesina. Ningún izquierdista totalitario rebate lo
que se denuncia, sino que hablan del imperio o sacan hechos atroces del
imperio que según ellos deben acallar cualquier denuncia de hechos
atroces del chavismo, del estalinismo.
Lo triste de esta pseudo izquierda estalinista es que coloquen a Venezuela y Cuba, dos países donde la libertad ha sido secuestrada, donde la elite explota a sus pueblos. En el caso cubano los usan como moneda de cambio para recibir divisas, mientras su elite militar y partidista degusta vinos, quesos, comparte con artistas snobs, en fin se dan la gran vida. Pero hacia afuera arman el circo de revolución, de igualdad, de los enemigos interno y externos que acosan la revolución.
En la mentalidad totalitaria es inconcebible la opinión adversa sea quien opine natural del país o extranjero. Si es del país es apátrida, traidor. Si es extranjero, viene el argumento de la soberanía. ¿Pero desde cuando los cubanos son venezolanos? Podría yo preguntar a mi vez. ¿Porque carrizo Sean Penn apoyaba a un dictador como Chávez siendo gringo y es recibido, halagado, adulado y pare de contar? Lo que se debe discutir es el razonamiento que hace el que opina no el derecho que tienen de opinar.
Así como barbaros Atilas (como dice un poema de Vallejo) llegaban a un país solo para esquilmar o saquear sus riquezas, así la horda militar chavista llego a Venezuela a saquear toda la pequeña riqueza del país.
Lo triste de esta pseudo izquierda estalinista es que coloquen a Venezuela y Cuba, dos países donde la libertad ha sido secuestrada, donde la elite explota a sus pueblos. En el caso cubano los usan como moneda de cambio para recibir divisas, mientras su elite militar y partidista degusta vinos, quesos, comparte con artistas snobs, en fin se dan la gran vida. Pero hacia afuera arman el circo de revolución, de igualdad, de los enemigos interno y externos que acosan la revolución.
En la mentalidad totalitaria es inconcebible la opinión adversa sea quien opine natural del país o extranjero. Si es del país es apátrida, traidor. Si es extranjero, viene el argumento de la soberanía. ¿Pero desde cuando los cubanos son venezolanos? Podría yo preguntar a mi vez. ¿Porque carrizo Sean Penn apoyaba a un dictador como Chávez siendo gringo y es recibido, halagado, adulado y pare de contar? Lo que se debe discutir es el razonamiento que hace el que opina no el derecho que tienen de opinar.
Así como barbaros Atilas (como dice un poema de Vallejo) llegaban a un país solo para esquilmar o saquear sus riquezas, así la horda militar chavista llego a Venezuela a saquear toda la pequeña riqueza del país.
Destruyeron la capacidad productiva, la ética y la voluntad de trabajo
de la gente, ya que en este tipo de sociedades de rapiña lo que vale es
la influencia, el amiguismo, el nepotismo y la corrupción. De nada vale
esforzarse cando vez a tu lado que se enriquece el bandido y el ladrón.
Decían los rusos en tiempos de la Unión Soviética: el régimen hace que
nos paga y nosotros hacemos que trabajamos. En la Unión Soviética todo
era falso, las estadísticas, la igualdad y la revolución. Una gran
mentira acompañada de una gran tragedia. Así es Venezuela.
Venancio Loval
Venancio Loval
No hay comentarios:
Publicar un comentario