Cuando era un niño vivía en un
pequeño pueblo de un estado del centro de Venezuela, un pueblo que se caminaba todo en pocas
horas, y que nos ofrecía un pequeño pero hermoso rio tan solo a 30 minutos de
caminata. Además de esa opción si caminábamos 1 hora y media llegábamos a un
rio un poco más grande con distintos pozos donde bañarse: el remanse por lo
calmo de sus aguas, la manguita por sus árboles de mango en sus orillas, todos
lugares placenteros donde bañarse, hacer un hervido, una sopa, una parrilla, un
asado en un fin de semana cualquiera era una delicia. Además a 15 minutos en carro podíamos estar
en un rio grande, hermoso, con lechos de piedra y caídas de agua. Allí se
pescaban muchos peces: palambras, anguilas, bagres, corronchos, etc.
En esa época las casas eran
abiertas para cualquier vecino que quisiera pasar a saludar, o a tomarse un
café y conversar sobre cualquier cosa. Las casas tenían patios grandes con árboles
frutales, con mangos, guayabas, limones, naranjas, toronjas, greifu (de
grapefruit, el pomelo), limón francés (lima), parchitas (maracuyá), níspero,
caimito, almendrón, ciruelas, fruta verada, lechosas (papayas), cambures
(bananas), incluso en mi casa había una mata de maní. Todas las casas tenían un
espacio para sembrar maíz, caraotas o frijoles, a veces quinchonchos (granos). También
se tenían gallinas, a veces patos, gallinetas, y un par de pavos. La casa
estaba llena de trinos y cantares de pájaros todo el día: azulejos, arrendajos,
turpiales, paraulatas, picos de plata, viuditas, reinitas, y otros que no
recuerdo. En las idas al campo y al rio no
era difícil ver venados y cochinos de monte, e incluso en una finca cercana
hasta un tigre pudimos oír y sentir.
Todo cambio cuando nos mudamos a
una gran ciudad, en esa época de unos 600.000 habitantes, ya no había ríos
donde llegar caminando, ya no había patio con árboles frutales, tuvieron que
pasar meses para que me hiciese a la idea de pagar por una lechosa, por varios
limones, o naranjas. Los años pasaron y
los habitantes se fueron duplicando, triplicando,…., en mi pueblo, en mi cuidad
y en mi país. Hoy el pequeño rio de mi pueblo donde me bañaba recibe las aguas negras
de las miles de casas del ahora pueblo grande, el rio del lecho de piedras, el
más grande de todos, también está contaminado por las aguas negras. Solo los
ríos de la caminata de hora y media dicen que están limpios pero muchos tienen
reservas sobre eso y prefieren no bañarse en sus aguas. De hecho ríos limpios
como los de mi niñez solo se consiguen casi a dos horas en carro desde mi
pueblo. Ya no hay venados, ni cochinos de monte, y menos aún un tigre rondando
mi pueblo, solo quedan los recuerdos.
¿Qué paso con los ríos, con los
peces, con los animales silvestres, con los pájaros, con los arboles de mi
pueblo? Los mato la gente, fundamentalmente el crecimiento poblacional, porque
de industrias hay poco en mi región. El hombre individualmente es un consumidor
de recursos, peor aún consume y derrocha como no lo hacen otros seres vivos.
El crecimiento de la población
mundial se puede dividir en tres fases. En la primera, desde la aparición del
hombre en la tierra hasta el año 1650, el crecimiento fue muy
lento; en la segunda fase desde 1650 hasta 1959, la población aumentó de 545
millones a 2.500 millones. La tercera fase, que es la que se está viviendo
actualmente, se caracteriza por un crecimiento exagerado de la población que
alcanzo 7.000 millones en la primera década del siglo XXI.
La población en el año 10.000 AC se
estima en 1.000.000 de personas. Nueve mil años después en el 1.000 AC se había
llegado a los 50.000.000, mil años
después en el 1 DC 200.000.000 de habitantes,
mil años más en el 1.000 DC habían 310.000.000, 650 años después en 1650
se pasó a 545.000.000, 100 años después en 1750 a 791.000.000. Cien años más
tarde en 1850 casi se duplica la población y se llega a 1.262.000.000,
cincuenta años después en el año 1900 llega a 1.650.000.000. Cincuenta años más
tarde en 1950 se incrementa casi mil millones de habitantes más y llega a
2.518.630.000. En el año 2.000 cincuenta años después asombrosamente crece en 3.551.951.000
(más que duplicándose) y llega a 6.070.581.000.
Hoy 23 de Abril de 2016 a las
10.07 según el reloj de la población mundial
indica que somos 7.425.353.660. Es decir en 15 años y medio la población
creció en
1.354.772.660 personas que son
cien mil habitantes más de todo lo que había en el año 1850.
El link al reloj de la población mundial
es el siguiente
http://countrymeters.info/es/World
revíselo y asómbrese de lo rápido que crece la población mundial.
EL futuro es sombrío se estima
que podríamos llegar a corto plazo hasta 16.000.000.000 de habitantes, que es
el número máximo de habitantes que soportarían los recursos de la tierra según
algunos científicos, link:
http://blogs.worldbank.org/opendata/es/la-poblacion-mundial-en-el-futuro-en-cuatro-graficos.
Claro está éste número de habitantes implica la muerte total de las demás
especies, y el hacinamiento de los humanos como ese de la caja cerrada llena de
ratones y sin recursos para sostenerlos.
CADA PERSONA ES UN CONSUMIDOR DE
RECURSOS Y QUITA ESPACIO VITAL A ALGUNA OTRA CRIATURA DE LA NATURALEZA, para
erradicar la pobreza y proteger el ambiente una variable importante es el
control mundial de la natalidad, cosa que usualmente se desprecia. Si los 7.000
millones de habitantes lograran un nivel de vida similar a las clases medias de
los países desarrollados el planeta no podría soportar tamaño saqueo solo para
sostener una especie. Somos una inmensa Isla de Pascua donde los seres dominantes, el
hombre no se da cuenta del daño que le hace a la naturaleza y a su propio
entorno. Somos muchos, deberíamos enfocarnos en ser menos, y que haya más
espacio para animales y plantas, para la diversidad de la vida.
La destrucción de la fauna y la flora.
En los tiempos de Aníbal habían
Elefantes muy cerca del Norte de África, tantos que Aníbal preparo la invasión
de Roma con cientos de ellos, incluso atravesó los Alpes. La
India y el Asia del sur estaban llenos de elefantes. Algunas cifras son
suficientes para describir la tragedia de los elefantes en África (
https://wildleaks.org/wildlife-crime-stories/?lang=es
):
- 27 millones de elefantes en el siglo XIX
- 5 millones a principios del siglo XX
- 1,3 millones de elefantes en 1981
- 700.000 en 1988
- 600.000 en 1990 (la prohibición internacional
sobre el comercio de marfil está implementada)
- 500.000 en 1998
- Alrededor de 400.000 ahora (con 35-40.000
elefantes matados cada año)
Los rinocerontes fueron una vez abundantes en
toda África y en Asia con una población global aproximada de 500.000 a
principios del siglo XX. Sin embargo, a
pesar de los esfuerzos de conservación, la caza furtiva está aumentando
dramáticamente, acercando a los rinocerontes cada vez más al borde de la
extinción. La población mundial se redujo a 70.000 en el año 1970 y a sólo 29.000 en estado salvaje en 2013 (con alrededor de 25.000 en África y el resto en Asia).
En Europa aún existían los leones
en la época de la antigua Grecia. En Grecia y en Egipto era normal la presencia
del León, recordamos el León de Medea. En los últimos 50 años, el número de
leones salvajes en África han disminuido de más de 200.000 a menos de 20.000 en
la actualidad.
En fin la superpoblación implica un consumo de recursos naturales renovables y no renovables ingente que está
matando al planeta poco a poco, matando su diversidad, estamos creando un mundo
monótono solo de humanos y de los animales y plantas que nos sirven de alimento.
Pero además de ello estamos creando un mundo con menos libertad y con condiciones
favorables para el totalitarismo. Issac Asimov el exitoso novelista de ciencia
ficción en una entrevista de 1989 reflexionaba sobre la libertad y la
superpoblación, veamos un extracto de esa entrevista:
Bill Moyers: ¿Qué pasa con la
idea de la dignidad de la especie humana si la población sigue creciendo al
ritmo actual?
Isaac Asimov: Va a ser
completamente destruida. Me gusta usar lo que yo llamo mi baño metáfora:
Si dos personas viven en un
apartamento, y hay dos cuartos de baño, entonces ambos tienen libertad de baño.
Usted puede ir al baño en cualquier momento que desee; permanecer el tiempo que
desee y usarlo para lo que lo necesite. Todo el mundo cree en la libertad de
usar el baño; y puede incluirse como un derecho en la Constitución.
Pero si usted tiene veinte
personas en el apartamento y dos baños, entonces no importa cuánto cada persona
crea en la libertad del uso del baño, no hay tal cosa.
Se tienen que establecer los
tiempos para cada persona, se tiene que golpear la puerta, ¿Todavía Usted en el
baño, o Usted de nuevo en el baño?, etc.
Asimov continúa con lo que podría
ser una de las más profundas observaciones del Siglo 20:
"De la misma manera, la
democracia no puede sobrevivir la superpoblación; La dignidad humana no puede
sobrevivir a la superpoblación; El uso a conveniencia y el comportamiento decente (Convenience and decency) tampoco. Cuando se incrementa más y más el
número de personas en el mundo, el valor
de la vida no sólo declina, desaparece. No importa si alguien muere,
Cuanta más gente haya habrá menos libertades individuales.“
Para conservar y proteger La Tierra hay mucho
de qué hablar y reflexionar: de las bolsas de plástico, del uso de pitillos
(pajillas, sorbetes, porotos) plasticos, de la reutilización de las cosas y no de la
cultura del desecho, de la energia limpia, etc. Pero me quedo como una última frase, con algo que leí en un
foro que no recuerdo “respetaremos la tierra cuando le demos el mismo valor a
la vida silvestre (un animal, un gran árbol,… ) que a la vida humana."
Venancio Loval