Siempre Chávez, en vida, trato de
imponerse como un culto, todos esos cuentos absurdos del Samán de Güere, de
Maisanta, del arañero, etc. eran
intentos de ese egocentrismo gigantesco, de afirmar el culto a su
personalidad.
Ahora con el “Chávez Nuestro” se
reaviva el debate acerca de Chávez convirtiéndose en Santo. Cosa que no me ha resultado extraña a sabiendas que el Estado lo ha planificado así y ha invertido tiempo y dinero para lograr ese objetivo.
Tengo un libro de cuentos
Hindúes, de la Editorial Arca de Sabiduría,
titulado “Los 120 Mejores Cuentos de las Tradiciones Espirituales de
Oriente” plagado de relatos muy interesantes
que incluye un cuento que viene al caso, por la sátira ingeniosa que se hace
sobre la creación de mitos y santos, el cuento se llama “Los Devotos de los
Burros”. Es un cuento corto que vale la pena leer para seguir lo que quiero
destacar en este artículo:
“Un hombre era el
respetado custodio de un santuario levantado sobre la tumba de un venerable
santo. Un día, su hijo decidió emprender con su burro un peregrinaje por el
mundo visitando lugares sagrados. Al cabo de varios años, envejecido y
fatigado, el burro murió, y aquel peregrino decidió enterrarlo ya que había
tomado afecto al animal que lo había acompañado tanto tiempo. Una vez dada
sepultura al burro, decidió que su viaje había concluido pero antes pensó que
era conveniente quedarse allí a descansar una temporada.
Pero los que pasaban
por el lugar, veían a un hombre de semblante noble en silencio al lado de
aquella tumba y concluyeron que allí había enterrado algún santo anónimo sin
duda excepcional, pues aquel al que sin duda consideraban su discípulo no se
movía de allí hiciera frío o calor, lloviera o nevara. La noticia corrió por la
comarca y muchos se acercaron a poner flores y ofrendas sobre la sepultura y
cada vez más gente acudía al lugar mostrando gran devoción. Al poco, alguien
tomo la iniciativa de edificar un santuario donde los fieles pudieran elevar
plegarias e, incluso, se oyeron algunas voces que hablaban de milagros.
Nuestro peregrino,
asombrado por la extraña actitud de los lugareños decidió regresar a su casa.
Una vez de vuelta, narró a su padre lo acontecido con la tumba de su burro.
El padre calló un
rato pero al fin dijo:
- Hijo mío, he de
confesarte algo. Este santuario donde te criaste, por una sucesión de
acontecimientos parecidos a los que me has contado, también fue erigido sobre
la tumba de mi burro hace más de treinta años.”
Cuando leí este cuento me daba
risa la historia, pero algunos años después pude constatar que estas
santificaciones, esta creación de culto a burros y otras criaturas no tan bondadosas como el
asno del cuento, eran reales y actuales.
Cuando estudiaba en la
Universidad de Los Andes en Mérida a finales de los 70 o principios de los de
los años 80 había un ladrón que se hacía
llamar Machera, que se hizo famoso cuando hirió o mato a varios policías que lo
intentaban detener. Machera murió en el enfrentamiento. De aquella época, que no había internet como
ahora, no puedo obtener los datos exactos de lo que pasó. Sé que lo viví y creo
que Machera antes de morir también mató.
En esa época Machera simplemente era un ladrón, un joven delincuente de
poco más de 20 años.
Lo que me asombra del caso es que
25 años después viajando de Valera a Mérida en un carro por puesto veo una
estampita que bailaba guindada en el espejo retrovisor del carro, la estampita
decía MACHERA, cosa que inmediatamente me causo curiosidad y me hizo
preguntarle al chofer si ese Machera no era el mismo delincuente que habían
matado hace 20 o 30 años en Mérida en un enfrentamiento sangriento. Yo digo que
era un delincuente, un malandro, y el chofer se pone serio y se ofende. Me dice
que es un Santo que lo protege de los ladrones y malandros. Me quedo callado
para evitar problemas, y me maravilló como en menos de 30 años un joven
delincuente, que ya había matado unas cuantas personas se había convertido en
un SANTO.
Reviso en internet, y resulta que
forma parte de la Corte Malandra de María Lionza, que hay una historieta
venezolana que al parecer lo convierte
en el Robín Hood Venezolano. Es triste presenciar tamaña conversión de
delincuente juvenil, a santo, a Robín Hood.
Volviendo al culto a Chávez, que
repito no es de ahora, en vida Chávez siempre intento imponerlo, de hecho en
noviembre de 2010 escribí algo al respecto, que aún sigue vigente http://reflexionvenezuela.blogspot.com/2010/11/absolutismo-y-revolucion.html.
Allí señalo al libro “Chávez Nuestro” de
Rosa Miriam Elizalde y Luis Báez, de la Casa Editora Abril, como un ejercicio
de adulancia y de culto a la personalidad; de un Chávez vivo que financia una
biografía adulante, distribuida gratuitamente y pagada con dinero del estado,
una biografía que no tiene fecha de edición
por chapucería editorial o por el vicio de mantener todo oculto que
caracteriza los regímenes totalitarios.
Esta biografía también incluye un padre nuestro a un Chávez aún vivo, llamada
“ORACIÓN AL CHAVEZ NUESTRO” que reza:
Chávez nuestro que estas en la cárcel,
Santificado sea tu golpe,
Venga (vengar) a nosotros, tu pueblo,
Hágase tu voluntad,
La de Venezuela,
La de tu ejército,
Danos hoy la confianza ya perdida,
Y no perdones a los traidores,
Así como tampoco perdonaremos
A los que te aprehendieron.
Sálvanos de tanta corrupción
Y líbranos de Carlos Andrés Pérez.
Amén.
Según el libro esta oración fue entregada por un caraqueño anónimo en
1992, en la cárcel de San Carlos. Aquí lo que preocupa no es quien lo escribió, sino quien se presta
a publicarla con todas las connotaciones que tiene en cuanto a culto a la
personalidad, a intolerancia, a caudillismo, etc.
Este Padre Nuestro, está enmarcado en el Dios violento del antiguo
testamento, que llamaba a la venganza, al asesinato de los infieles, inspirado
en ese Dios que asesinó a todos los primogénitos del pueblo egipcio, ese dios
vengador y asesino que ha llevado a miles de guerras y crímenes. Ese, es el
dios de este padre nuestro. No es el Dios del nuevo testamento que habla del
amor al prójimo.
La oración nueva de este 2014, sigue la estrategia de establecer el
chavismo como religión, dice:
Chávez nuestro que estás en los
cielos,
en el mar, en la tierra y en nosotros
los delegados…,
santificado sea tu nombre,
venga nosotros tu legado para
llevarlos a los pueblos…
danos hoy tu luz para que nos guíe
todos los días
y no nos dejes caer en la tentación
del capitalismo
más líbranos de la maldad, oligarquía
y el delito del contrabando,
por los siglos de los siglos
amén
Ya en un artículo de Noviembre de 2011 reflexionaba sobre los
parecidos del chavismo, con la religión y lo militar. http://reflexionvenezuela.blogspot.com/2011/11/chavismo-militares-y-religion.html.
Este Padre Nuestro convierte a Chávez en el Hijo de Dios, que
intercede entre los apóstoles que son los miembros del PSUV, a los cuales les
llega el Espíritu Santo para inspirarlos en la obra revolucionaria. Lo
peligroso de todo esto es que el Dios Chavista es el Dios vengador del antiguo testamento,
o el vengativo Alá de los extremistas musulmanes. Dioses violentos,
intolerantes, que llaman a la persecución, encarcelamiento y asesinato de los
infieles como se ha mostrado a lo largo de la historia.
Aún recuerdo cuando Chávez corría (pedia que se fueran) de Venezuela a todos aquellos que no
estaban con el proceso, que los insultaba, los maldecía, los maltrataba.
Hoy miles de venezolanos se han ido del país.
Recuerdo aquella triste frase de intolerancia total esa “Victoria de Mierda”. Recuerdo sus comentarios burlescos sobre la muerte de aquel diputado de la asamblea nacional de apellido Armas.
Recuerdo como Chávez protegió a compañeros militares aun sabiendo de su corrupción y de sus relaciones con el narcotráfico.
Recuerdo de como se burlaba en sus discursos incendiarios de los defectos físicos de las personas.
En fin, conociendo lo de Machera no nos debe extrañar que sin mérito alguno Chávez se santifique.
Hoy miles de venezolanos se han ido del país.
Recuerdo aquella triste frase de intolerancia total esa “Victoria de Mierda”. Recuerdo sus comentarios burlescos sobre la muerte de aquel diputado de la asamblea nacional de apellido Armas.
Recuerdo como Chávez protegió a compañeros militares aun sabiendo de su corrupción y de sus relaciones con el narcotráfico.
Recuerdo de como se burlaba en sus discursos incendiarios de los defectos físicos de las personas.
En fin, conociendo lo de Machera no nos debe extrañar que sin mérito alguno Chávez se santifique.
A occidente le costó años de guerras, de sangre, de reflexión, llegar a la separación de religión y estado. Años para separar al que tiene el
poder sobre las ALMAS del que tiene el poder sobre el ESTADO, el que gobierna
nuestras vidas terrenales. El Chavismo y movimientos similares tratan de
invertir este logro, son la ANTIREVOLUCIÓN DEL SIGLO XXI. Intentan la vuelta al
poder absoluto de los reyes: el Caudillo, de la aristocracia: los miembros del
partido, y a los tristes siervos, dueños de nada, que solo esperan el favor y
la ayuda del partido: el golpeado pueblo venezolano.
Venancio Loval
Venancio Loval