El totalitarismo tiene dos alas,
su izquierda y su derecha: el Estalinismo y el Nazismo respectivamente, que
reencarnan en distintos avatares: el régimen del Apartheid Sudafricano, los regímenes
de Corea del Norte, de Cuba, etc. La censura es inmanente al totalitarismo
porque para sus seguidores, ellos son los
únicos dueños de la verdad, son una especie de religión que basada en un paraíso
futuro justifican la censura de todo lo que no apoye el proceso que solo ellos
pueden dirigir para alcanzar ese paraiso. En este orden de ideas es imprescindible que
estos regímenes soporten y estimulen solo arte que apoye el proceso y acepte las líneas de la revolución; y solo admitan una historia que exalte el proceso, sus líderes y su ideología, de
modo que el pasado, los símbolos y valores patrios deben moldearse a imagen y
semejanza de lo que el líder y el partido deseen.
En la Alemania nazi, en 1934 el
director de orquesta y compositor Wilhelm Furtwängler dirigió a la Filarmónica
de Berlín con música del prohibido Félix Mendelssohn (de familia judía), y con el
estreno de la sinfonía “Mathis der Maler” de Paul Hindemith, al que el régimen
consideraba una autor de "Música degenerada", y a quien el director
defendió públicamente. A raíz de esta disidencia escandalosa, Furtwängler fue
obligado a renunciar a todos sus cargos. Vinieron luego otros directores que acataron las líneas de la
revolución nazista y se encargaron de hacer arte previamente censurado.
El cineasta soviético Sergei Eisenstein,
famoso por su película EL Acorazado de Potemkin de 1925 y por sus aporte al
manejo del montaje cinematográfico, tuvo que cambiar el guion
de su pelicula "Octubre" cuando Trotsky fue expulsado del Partido Comunista,
obligándole a omitir cualquier referencia al personaje en ese film sobre la Revolución Rusa, donde Trotsky había
sido figura fundamental. La rebeldía posterior de Eisenstein la pago con
bloqueos, vetos y diversos obstáculos para filmar en la Unión Soviética.
Lysenko con Stalin, 1935
A mediados de la década de 1930,
el agrónomo Trofim Lysenko comenzó una campaña contra la genética y pronto recibió
el apoyo del líder supremo José Stalin. Entre 1934 y 1940, época que
aproximadamente coincidió con la Gran Purga, varios genetistas fueron
ejecutados, entre ellos Israel Agol, Solomon Levit, Nikolai Vavilov, Grigorii
Levitskii, Georgii Karpechenko y Georgii Nadson, o enviados a campos de trabajos
forzados (incluyendo a Nikolai Vavilov, quien
fue arrestado en 1940 y murió en prisión en 1943). Este acontecimiento histórico se asemeja a las
reprimendas de la iglesia católica a Galileo por sus innovaciones científicas que
no la complacían. Era la época en la que la iglesia aún tenía poder político, además
del poder de dios y de la promesa del paraíso perdido prometido.
El interés de ocultar la mancha de
la frente de las fotos oficiales de Mikhail Gorbachev (último líder de la unión
Soviética) así como los otros hechos comentados arriba parecieran estar relacionados con la misma fuente: un regimen totalitario; que tambien podría ser la fuente de ese interés malsano
que tiene el chavismo de convertir a Bolívar en un mulato, cosa que históricamente
es falsa. Bolívar representaba la clase mantuana blanca, y se crió y educó como
tal. Esa imagen del Bolívar bembón, de facciones mulatas, oculta el racismo que
realmente existía en la época de la colonia e independencia, y muestra
claramente la vocación totalitaria del chavismo para ocultar y transformar el pasado para ajustarlo a su única verdad.
Venancio Loval
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