Una prosa que me enamoro, desde la primera vez
fue la de Milan Kundera, me apasionan sus libros. Ahora descubro que sus
ideas sobre el totalitarismo, que vivió en carne propia en su Checoslovaquia natal, me ayudan a
sobrellevar los vaivenes de la vida.
En una entrevista de 1985 realizada por el escritor estadounidense Phillip
Roth a Milan Kundera se toco de
una manera excelente, condensada y poética lo que es la esencia del totalitarismo de
izquierda.
"El
totalitarismo no es sólo el infierno, sino también el sueño del paraíso:
el antiquísimo sueño de un mundo en que todos vivimos en armonía, unidos en una
sola voluntad y una sola fe comunes, sin guardarnos ningún secreto unos a
otros. También Breton soñaba con este paraíso cuando se refería a la casa de
cristal en que ansiaba vivir. Si el totalitarismo no hubiera explotado
estos arquetipos, que todos llevamos en lo más profundo y que están
profundamente arraigados en todas las religiones, nunca habría atraído a tanta
gente, sobre todo durante las fases iniciales de su existencia. No
obstante, el sueño del paraíso, tan pronto como se pone en marcha hacia su
realización, empieza a tropezar con personas que le estorban, y los regidores
del paraíso no tienen más remedio que edificar un pequeño gulag al
costado del Edén. Con el transcurso del tiempo, el gulag va creciendo
en tamaño y perfección, mientras el paraíso se hace cada vez más pobre y
pequeño."
"
Totalitarianism is not only hell, but also the dream of paradise--the age old
drama of a world where everybody would live in harmony, united by a single
common will and faith, without secrets from one another. Andrè Breton, too,
dreamed of this paradise when he talked about the glass house in which he
longed to live. If totalitarianism did not exploit these archetypes, which are
deep inside us all and rooted deep in all religions, it could never attract so
many people, especially during the early phases of its existence. Once the
dream of paradise starts to turn into reality, however, here and there people
begin to crop up who stand in its way, and so the rulers of paradise must build
a little gulag on the side of Eden. In the course of time this gulag grows ever
bigger and more perfect, while the adjoining paradise gets ever smaller and
poorer."
El totalitarismo de izquierda te promete esa
sociedad perfecta, tan bella, tan solidaria, llena de paz y armonía, que muchos
piensan que bien vale el sacrificio que hacemos ahora por ese mañana precioso y
amable que nos espera. Pero ese sacrificio como lo vemos en Venezuela, en Cuba, se va extendiendo con el tiempo, y no solo es eso, como Kundera señala, se van
creando celadores, vigilantes de que se mantenga la ruta del proceso
revolucionario, los que se alejan de la ruta son señalados, marcados como
traidores, apátridas, vetados en trabajo y cariño, perseguidos, y en los
regímenes más terribles asesinados.
Luego a otra pregunta del Roth, Kundera se
refiere a ese atractivo que tiene el Sueño del Paraíso para justificar y apoyar
decisiones terribles
"Después de la guerra, Éluard abandonó las
filas del surrealismo para convertirse en el mayor exponente de lo que
podríamos llamar “poesía del totalitarismo”. Cantó la fraternidad, la paz, la
justicia, el mañana mejor, la camaradería, en contra del aislamiento, a favor
de la alegría y en contra del pesimismo, a favor de la inocencia y en contra
del cinismo. Cuando, en 1950, los dirigentes del paraíso sentenciaron a un amigo
suyo, el surrealista Závis Kalandra, a morir en la horca, Éluard no se permitió
ningún sentimiento de amistad: se puso al servicio de los ideales supra
personales, declarando en público su conformidad con la ejecución de su
camarada. El verdugo matando, el poeta cantando. Y no sólo el poeta. Todo el
período del terror estalinista fue un delirio lírico colectivo. Es algo que
ya está completamente olvidado, pero resulta de crucial importancia para
entender el caso. A la gente le encanta decir: qué bonita es la revolución; lo
único malo de ella es el terror que engendra. Pero no es verdad. El mal está
presente ya en lo hermoso, el infierno ya está contenido en el sueño del
paraíso; y si queremos comprender la esencia del infierno, hemos de analizar
también la esencia del paraíso en que tiene origen. Es extremadamente fácil
condenar los gulags, pero rechazar la poesía totalitaria que conduce al gulag,
pasando por el paraíso, sigue siendo tan difícil como siempre. Hoy, no hay en
el mundo nadie que no rechace de modo inequívoco la noción del gulag,
pero todavía hay mucha gente que se deja hipnotizar por la poesía totalitaria y
se pone en marcha hacia nuevos gulags al son de la misma canción lírica
que entonaba Éluard"
Aquí Kundera muestra algo terrible que pasa
cuando las sociedades están en crisis y personalidades, intelectuales, poetas,
músicos, filósofos, y un largo etcétera tienen que tomar posición sobre temas
cruciales, algunos los ciega el SUEÑO DEL PARAISO, como a Eluard que acepta y
apoya un asesinato político. Igual sucedió con el famoso muralista mexicano
David Alfaro Siqueiros quien no solo acepta sino que participa en el intento de
asesinato de Trotsky en Ciudad de México. Siqueiros un hombre que supuestamente
busca la libertad, la igualdad y la armonía comunista emprende un asesinato no
por el bien que el totalitarismo da en el presente sino por el Sueño del
Paraíso que ofrece, paraíso que nunca llega y que hace del Mientras Tanto un
Infierno Infinito. Lo terrible del sueño de las ideologías es que tienen el
poder de enceguecer gente buena y hacerlos cometer, justificados por ese sueño,
horribles acciones: asesinatos, encarcelamientos, persecuciones, vetos, y
borrar a los que disienten, ya no serán ciudadanos sino "apátridas, agentes del imperio, infieles,
herejes, y traidores".
Una pregunta importante que tiene que responder
nuestra sociedad es como enfrentar ese señuelo que hace que gente buena,
indiferente, o normal con sus virtudes y vicios, se conviertan en parte del
engranaje totalitario como se muestra en la película Good de 2008 dirigida por
Vicente Amorin y la actuación de Viggo Mortensen.
Tzevetan Todorov también revisa el totalitarismo
vivido en carne propia en sus libros, como en "Memoria del mal, tentación
del bien", del que me quedo con una frase: Hay que reconocer el mal del
que son capaces los seres humanos al tiempo que afirmamos la posibilidad del
bien, sin caer en la tentación de imponerlo por la fuerza.
Termino con Camus, el intelectual que se atrevió
a estar a contracorriente en su época solo armado con sus convicciones y su
amor al hombre: Hay que tener la capacidad de compasión y rechazar la
justificación de la persecución de otros por el sueño de una ideología. Nunca
debe haber ideologías por encima del hombre.
Venancio Loval